miércoles, 26 de noviembre de 2008

Museo Arqueológico Municipal Camil Visedo


El Museo Arqueológico Municipal Camil Visedo, denominado así en honor al que fue pionero en los estudios arqueológicos, se encuentra ubicado en el centro histórico de Alcoy, concretamente en la Plaçeta del Carbó.

El edificio tiene forma de “L” como consecuencia de la unión de dos edificaciones. La parte más antigua es de estilo gótico y cuenta con una fachada maciza con sillares de piedra en la que se abre una portada con arco de medio punto. La parte más delgada es un edificio renacentista con una galería de cinco arcos con columnas de orden toscano.

Este edificio fue Casa de la Villa o sede del gobierno municipal entre los siglos XVI y XIX. Posteriormente tuvo diversos usos hasta que en 1945 se instaló allí el Museo Arqueológico. En el año 1962 se le declaró Monumento de Interés Artístico Nacional.

En la parte baja del museo se puede contemplar una exposición no permanente destinada a mostrar las últimas investigaciones y hallazgos. En la parte superior encontraremos una exposición permanente en la que podremos observar una selección de materiales arqueológicos ordenados temática y cronológicamente.

El recorrido empieza por los primeros testimonios conocidos sobre la presencia humana en los valles de L´Alcoià y El Comtat que se remontan al Paleolítico Medio, hace 60.000 años. Se trata de vestigios de las bandas de cazadores neardentales que instalan sus campamentos en el interior de cuevas y abrigos naturales. El Salt es uno de estos campamentos mejor conocidos. Los restos que podemos observar en las salas del museo comprenden instrumentos tallados en silex y en hueso.
Siguiendo el devenir de la historia, podemos encontrar cerámica, piedra pulida, útiles de hueso e incluso, cráneos trepanados de la época en que la agricultura y la ganadería hacen su aparición en las comarcas, hacia el año 5.000 a.C.
Podemos contemplar imágenes del arte rupestre (tanto macroesquemático, levantino y esquemático) que se puede encontrar en el yacimiento de La Sarga, hecho entre los años 5.000 y 2.500 a.C.


A partir del 1.800 a.C. empieza la Edad del Bronce que se caracteriza por la aparición de útiles metálicos. En el museo podemos ver hachas, alabardas, puñales y punzones de esta época.
A partir de este momento, la riqueza de los hallazgos se multiplica. Llegamos a la cultura ibérica. El museo posee muchos vestigios de los siglos VI a I a.C. encontrados, sobre todo el los poblados íberos de la Serreta y El Puig. Particularmente importantes son los hallazgos de escritos sobre láminas de plomo o el Vaso de los Guerreros.


También dignos de mención son los numerosos restos que podemos contemplar de la Época Romana y de la Andalusí.
Es de reseñar la gran colección de monedas de las diferentes épocas expuestas en el museo.
También se encuentra abierta al público una biblioteca especializada.

Para más información, incluidos horarios y tarifas, pueden visitar la página web www.alcoi.org/museu
(Las imagenes están sacadas de esta página web)

martes, 4 de noviembre de 2008

El Salt en Alcoy

El chorro del Salt es un salto de agua del río Barxell muy conocido en Alcoy debido a su proximidad a la población y a la espectacularidad que posee. Por desgracia, la mayor parte del año está inactivo por falta de caudal en el río y sólo con las abundantes lluvias de primavera u otoño, rebrota. Ahora, después de un mes de octubre bastante lluvioso, se puede contemplar en todo su esplendor.

Practicando senderismo, podemos acercarnos hasta su base para contemplarlo mucho mejor. Para ello, deberemos desplazarnos hasta el barrio de Batoy y coger la vía verde (antigua explanación del ferrocarril que debía unir Alcoy con Alicante y que nunca se llegó a finalizar). Tras pasar el primer túnel de unos doscientos metros llegaremos al primer viaducto construido, desde el cual y mirando hacia la derecha, ya podremos observar la espectacular caída. Al principio del viaducto cogeremos un sendero que hay a mano derecha y lo seguiremos hasta la base del salto del agua. El camino es muy intuitivo y no tiene pérdida ya que siempre tendremos ante nuestros ojos la cascada.
Una vez en la base, la vista al mirar hacia arriba resulta impresionante.


En los alrededores podemos ver pequeñas lagunas, con un agua habitualmente cristalina y que, desde hace varias décadas, en verano es muy visitada por miembros de grupos naturistas.

Ya que hemos llegado hasta aquí, vamos a recrearnos en varias joyas que rodean este paraje. Subiendo un poco hacia la carretera que nos conduce hasta Bañeres, encontramos un yacimiento arqueológico de suma importancia. Hace ya 60.000 años, llegaron hasta este enclave cazadores-recolectores neandertales, instalándose aquí debido a las buenas condiciones ambientales y a la riqueza ecológica de estas tierras. Pervivieron en este lugar hasta hace 30.000 años, momento en el que se documenta su extinción.
Estos yacimientos son conocidos desde mediados del siglo pasado siendo estudiados desde entonces. En la actualidad, y siempre durante el periodo estival, son objeto de una profunda y renovada investigación por un amplio equipo interdisciplinar dirigido por B. Galván de la Universidad de La Laguna.


Otro de los puntos de interés, siguiendo nuestra ascensión hacia la carretera, es la antigua finca de recreo del famoso escritor alcoyano Juan Gil Albert. Abandonada durante muchos años, en la actualidad está siendo rehabilitada con fondos de la Diputación de Alicante que es la propietaria del edificio. No se pierdan su arquitectura y sus tranquilos jardines.

Ya en la parte alta del Salt, podemos ver un recinto amurallado, perteneciente a la familia Payá, fabricantes en la época de los famosos libritos de papel de fumar, entre otras clases de papel. En el interior de esta especie de muralla, existen una serie de construcciones, destacando el majestuoso invernadero y un jardín maravilloso, conocido como el Jardín de Brutinell. Desgraciadamente, la propiedad es privada y difícil de visitar, aunque se puede preguntar en la oficina de turismo de Alcoy sobre la posibilidad de conocerlo a través de alguna puntual visita guiada.


También muy cerca de aquí existe una auténtica “cava de neu” conocida como la Cava de Cortés. Estas cavas muy profundas servían para almacenar la nieve caída durante el invierno, para después, llegado el buen tiempo comerciar con ella vendiéndola, sobre todo, para la conservación de los alimentos. Estuvieron en funcionamiento desde mediados del siglo XVI hasta principios del XX. Concretamente, esta cava es de propiedad privada y puede surgir algún impedimento a la hora de visitarla, pero hay otras como la de Agres o la del Benicadell que se pueden visitar sin ninguna restricción. Ya hablaremos de ellas en otra ocasión.

Después de estas visitas, se puede volver a Alcoy por el mismo camino que a la ida o siguiendo la carretera comarcal que nos llevará directamente hasta el barrio de Batoy. El recorrido es muy agradable, sin apenas cuestas y, yendo sin prisas y deteniéndonos en todos los enclaves que hemos ido relatando, se puede completar en unas tres horas.